sábado, 13 de marzo de 2010

Fantasía cibernética


Por la Señorita Malteada



Últimamente, he pasado mucho tiempo frente al monitor de mi gran -y, a veces extraña- computadora. Cierto día, de esos sábados en los que no tengo nada mejor que hacer que estar en la computadora, me disponía a ver videos en youtube cuando, de pronto sentí que el olor a calabacitas con queso y la canción de "clocks" de coldplay me estaban adormeciendo, cuando de pronto, desperté pero no en el sillón incómodo y duro del estudio, sino en una recámara de colores intensos, sinceramente, como seguía un tanto dormida, le tomé poca importancia al sitio y comencé a buscar algo que comer, y de pronto, en una de las paredes vi la foto de mi familia y yo en la playa que tengo de fondo de escritorio. Sentí espantoso cuando vi que a un lado de mi estaba el cursor que se movía constantemente.
No podía creerlo, me quedé helada... ¡estaba dentro de mi computadora!
Comencé a golpear la pared contraria a donde estaba la foto, que supuse era la pantalla, e inútilmente grité como loca las típicas palabras de una película policiaca:
¡ayuda!, ¡auxilio!, ¿que hago aquí?, ¡no se qué me pasa!, ¡ayúdenme, soy yo!
Luego, el cursor se movió al lado inferior izquierdo de la pantalla y de pronto dos señores siameses de muy mala cara (uno azul y el otro verde) se aparecieron frente a mí...
Comenzaron a decir unas palabrotas como ¡tartaletas! de nuevo esa chamaca arpía quiere que vengamos, no conforme que solo nos abra para decir frasesitas como "te quiero mil" y "eres de pelos" todo el día nos pone a trabajar, dijo el de azul, quien, (poco después me enteré) se llamaba messenger, al igual que su hermano. Conversamos y dijeron que estaban hartos de la chamaca, que era una odiosa chamaca de porra.
Me preguntaba quién sería la persona detrás del monitor. No quise leer más las conversaciones así que me quede dormida de nuevo. Desperté otra vez frente al escritorio con las alentadoras palabras de mi madre: ¿que no sabes nada más que hacer? ¡todo el tiempo te la pasas en el monitor! ¡no seas haragana!
Sí, era otra de mis fantasías, pero nunca pensé que una de ellas fuera detrás de la pantalla...

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