sábado, 6 de febrero de 2010

A que adoptábamos a un animal salvaje.



¿Qué pasaría si en nuestras casas pudiéramos convivir con una bestia indomable?

Animal adoptado

(Aileen)


Adoptaría a un jaguar que sea cariñoso conmigo, y que jugáramos y durmiéramos juntos. Y comiéramos juntos. Saldríamos a pasear, así ya no hay problema de que nos persiguen los perros. Su nombre sería Leo. La persona que más quiero y que desea quitármelo es mi tía, pero yo no lo permitiría. Y si me lo quitara a la fuerza, le diría que no, porque si lo hace mi jaguar podría atacarla. No morirían ninguno de los dos. Escondería a mi jaguar y no moriría.

Adoptayente

(Señorita Malteada)



Si yo tuviese un animal raro y salvaje, sería un pingüino enojón con una uniceja, pues así podría bailar con él vals y además, siempre que quisiese helado visitaría su casa: la heladera. Pero no sólo eso, cuando mi mamá quisiera cocinar hígado encebollado, se lo comería. Si mis hermanas -las personas que más quiero- me lo quitaran para ponerle pañal, chupete y cargarlo con una mantita, se los intentaría quitar en la noche. Pero ¡oh, no! Estaría atrapado en la cunita de baby sonrisitas (con alarma integrada). Así que lo que haría para que estén eternamente mis hermanas y Pingulingu conmigo sería prestárselos en horarios de oficinas y bancos (de 9 a 6 pm) para que en la noche pudiéramos comer helado juntos. Fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario