Si es de miedo…
Permita que el sujeto, al que llamaremos “A”, coloque con firmeza un cuchillo sobre la espalda del sujeto “B” (sí, lamentablemente usted es el sujeto “B”) y profiera un grito, pero sin pausa, de este modo no debe ser un “AAA…AAA…AAAA. AGH”, sino un “¡AAAAAAAAAAGH!” Cierre los ojos y caiga de sopetón al piso en tres sencillos pasos:
1. Coloque sus rodillas en el piso a modo de súplica
2. Caiga al suelo
3. Ya acabó, por tal motivo, no hay paso 3.
Si es de misterio…
Hable previamente con el director de la cinta hasta llegar a un acuerdo, finjan que usted tiene una enorme fortuna. Entonces, al momento de morir, su hijo con distintas preferencias sexuales lo va a visitar al hospital. Mencione usted las siguientes palabras: “Hijo mío… (llene sus ojos de lágrimas falas marca Lagrimín y continúe)… te dejo mi herencia. La escondí en… y caiga de nuevo en su camilla, en seco. ¡Sencillo!, ¡Felicitaciones! Está muerto.
Si es de amor…
De acuerdo, sólo por esta ocasión, usted será un apuesto caballero, de melena grasienta y envidiable. De modo nostálgico llegará frente a Pepe, el camarógrafo, y hable hacia la cámara. Mencione lentamente el nombre de su amada y cáigase del caballo, ¡claro! Va a doler. Pero no se preocupe, eso le dará realismo al film. Al fin y al cabo, ya está muerto.
